Historia

Una historia de tenacidad y esfuerzo.

Historia de un Palacio

También conocido como Palacio del Gallo o de Adán de Yarza, el Palacio Urgoiti fue construido por Don Miguel Vélez de Larrea al final del siglo XVII en Galdakao y ha pertenecido siempre al linaje de los Adán de Yarza.
El Palacio Urgoiti se ubicaba originalmente en Galdakao, a 15 km de Mungia. Su estratégico enclave original dominaba los caminos de Arratia y Zornotza. Fue escenario de distintos hechos en la historia de Bizkaia y lugar de encuentro de ilustres visitantes, entre los que se encuentra el Infante Don Carlos de Borbón. Fueron muchos los notables Adán de Yarza que vivieron en estos palacios o en las torres que les precedieron, como Rodrigo Adán de Yarza que ya empezaba a sonar en la historia como alcalde del fuero de Bizkaia desde 1.338.

Piedra a piedra

Reconstrucción

En el año 1968, con la construcción de la autopista Bilbao-Behobia, el palacio fue expropiado y derribado a pesar de las insistentes peticiones hacia las autoridades del momento para evitarlo por parte de su propietario, José María Solano Gil-Delgado Adán de Yarza, quien decidió desmontarlo y numerarlo piedra a piedra. Las piedras se mantuvieron guardadas durante 30 años, esperando que llegase su momento propicio para ser reconstruido.

30 años después

Tenacidad y Esfuerzo

En el año 1983 el País Vasco sufrió una de las peores inundaciones de nuestros tiempos, este hecho afectó a la posibilidad de reconstruir el palacio tras la pérdida de los planos y el deterioro de las piedras. Al recuperarse la escasa documentación que se salvó, comenzó un lento y largo proceso de ordenación, clasificación y catalogación de las piedras que conformaban el edificio original: se ha medido piedra a piedra, como si se rehiciera un puzzle casi de la nada.

Tres siglos en la misma familia

Actualidad

En el año 2004 se inició la auténtica reconstrucción del Palacio Urgoiti, con la colocación de la primera piedra. Esta reconstrucción ejemplar, en la cual se han utilizado materiales nobles, mantiene el estilo y la traza original del Palacio Urgoiti y nos permite seguir disfrutando de esta magnífica joya de la arquitectura Palaciega de Bizkaia.
No es asunto a olvidar, por infrecuente, que después de más de tres siglos tanto la posesión del Palacio de Zubieta como la del Palacio Urgoiti sigan en la misma familia.